Antes del mito conquistador: L.A. busca enmendar a sus pueblos originarios

Fuente: https://www.latimes.com/espanol/california/articulo/2021-10-13/la-moves-to-make-amends-to-indigenous-people

Mayor Eric Garcetti talks with members of the Gabrieleno/Tongva tribe, left, including 9-year-old Ellie Morales Recalde.
Dando la vuelta a uno de los muchos mitos del Oeste americano, Los Ángeles pasa a corregir su historial con los habitantes nativos.

POR JULIA WICKSTAFF WRITER 

OCT. 13, 2021 10:09 AM PT

La ciudad de Los Ángeles fue fundada hace 240 años por un grupo de 44 colonos que habían viajado por tierra desde México, o eso es lo que cuenta la historia.

Pero, como muchos mitos sobre el origen del oeste estadounidense, la historia de fundación de L.A. es también un tema que se ha tratado de borrar, una crónica que elude convenientemente lo que ya estaba allí por la ficción fértil de una pizarra en blanco.

Los pobladores llamaron a su asentamiento algo así como “El Pueblo de Nuestra Señora la Reina de los Ángeles de Porciúncula”, aunque los historiadores objetan la redacción exacta. La tierra, sin embargo, ya tenía un nombre: Yangna.

“Era uno de nuestros pueblos más importantes, lo que es hoy Los Ángeles”, dijo Anthony Morales, jefe de la Banda de Indios Misioneros Gabrielino/Tongva San Gabriel, sobre Yangna, que se cree estaba ubicada debajo de la actual Autopista 101, al oeste del río Los Ángeles.

Junto a Morales y otros líderes tribales, este lunes, en el Día de los Pueblos Indígenas, el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, anunció el plan para cambiar el nombre del Father Serra Park en el centro de Los Ángeles, una de varias iniciativas políticas destinadas a corregir errores históricos y rectificar la relación de la ciudad con sus pueblos indígenas.

“Los edificios que están aquí fueron construidos con el trabajo esclavo de los habitantes nativos. Y lo sentimos”, afirmó Garcetti, señalando la pared de ladrillo de uno de los edificios más antiguos de Los Ángeles. “Lamentamos como ciudad todas las cosas que se hicieron bajo el mando español, mexicano y estadounidense, para borrar a los pueblos quienes eran y seguirán siendo dueños por siempre de estas tierras”.

El borrado histórico ha moldeado la memoria cívica de Los Ángeles mucho más allá de la mitología fundadora de la ciudad. Una visión romantizada del pasado español de California, una narrativa que blanquea la historia brutal bajo una neblina de nostalgia en gran parte ficticia, fue fundamental para el impulso que construyó la ciudad moderna y las regiones circundantes.

“Toda la creación de un pasado español no se basó en la aceptación o la admiración de los pueblos nativos de nuestra cultura, sino en una especie de borrado”, afirmó el profesor de historia de UC Riverside, Steven W. Hackel.

Yangna era una de las casi 100 aldeas independientes e interconectadas habitadas por el pueblo Gabrielino/Tongva, que estaba rodeado por otras tribus, incluidos los chumash, tataviam, serrano, cahuilla y luiseño.

“Por alguna razón, fuimos ignorados en la historia de Los Ángeles”, expuso Morales. “¿Por qué no se mencionó esto? ¿Por qué no fuimos realmente reconocidos?”

Morales, de 73 años, ha sentido el cambio de rumbo hacia el reconocimiento oficial solo en la última década.

Garcetti y otros líderes de la ciudad estuvieron acompañados por miembros de las tribus Gabrielino/Tongva y Fernandeño Tataviam para el anuncio.

Las iniciativas dadas a conocer este lunes apenas fueron trascendentales, pero hablan del reconocimiento más amplio de la ciudad con su pasado. Un Grupo de Trabajo de Memoria Cívica reunido por Garcetti a fines de 2019 publicó recomendaciones, a principios de este año, sobre cómo Los Ángeles puede reflejar con mayor precisión los momentos más brillantes y oscuros de su historia.

Las otras propuestas, que fueron presentadas por el concejal Mitch O’Farrell aún deben ser aprobadas por el Ayuntamiento, incluyen una iniciativa para actualizar el sello y la bandera de la ciudad de modo que incluya una representación indígena, además que la ciudad se disculpe formalmente con las tribus nativas americanas.

El sello oficial de la ciudad, adoptado en 1905, tiene cuatro cuadrantes, la mitad inferior representa los períodos de la dominación mexicana así como colonial española, y los superiores representan la República de California y el ingreso a Estados Unidos. Imágenes de aceitunas, uvas y naranjas hacen referencia a los cultivos históricamente más grandes de la ciudad, con toda la imagen rodeada de rosarios que representan las misiones españolas. Actualmente no hay nada que refleje a los habitantes de estas tierras antes de la llegada de los españoles.

O’Farrell, miembro de la Nación Wyandotte, también planea presentar una resolución que solicita a los gobiernos federal y estatal a cambiar el nombre de la Autopista Transcontinental Cristóbal Colón, tal como parte de la Autopista 10 está etiquetada.

El pedestal donde una vez estuvo una estatua del padre Junípero Serra, en el centro de Los Ángeles.

Junto con el cambio de nombre del Father Serra Park, Garcetti anunció planes para desarrollar un usufructo cultural que otorgará a los miembros tribales acceso prioritario al parque para ceremonias tradicionales, parte de una nueva y más amplia dirección política de la ciudad con respecto a las tierras tomadas a las comunidades indígenas.

La Junta de Comisionados de Parques y Recreación cambiará el nombre del parque en colaboración con las comunidades tribales locales.

Durante el proceso inicial, la ciudad descubrió que el pequeño parque, que es parte del más amplio Los Ángeles Plaza Park, nunca recibió el nombre oficial de Serra, a pesar de que esa denominación se usa comúnmente, comentó el director de diseño Christopher Hawthorne.

Debido a esto, la ciudad no tendrá que eliminar formalmente el nombre, pero éste deberá cambiarse en los mapas.

El legado del padre Junípero Serra, un sacerdote católico romano del siglo XVIII y arquitecto del sistema misionero de California, se convirtió en un tema polémico en los últimos años. En medio del ajuste de cuentas racial más amplio del verano pasado, activistas derribaron estatuas de Serra en ciudades alrededor de California, incluida una en el parque pronto a cambiar de nombre. “Esta no fue una misión benigna, de conversión religiosa. Fue una toma”, remarcó O’Farrell sobre el sistema de misiones. “Esta cruzada condujo a la aniquilación de culturas nativas y prácticas espirituales, además de atrocidades contra la población indígena de California durante varios cientos de años”.

Chrissie Castro, presidenta de la Comisión de Indígenas Nativos Americanos del Condado de la ciudad de Los Ángeles, reflexionó sobre la fundación de esa entidad, hace 45 años, y dijo que esperaba que los anuncios del lunes conduzcan a un futuro mejor dentro de otros 45 años.

“Ahora es el momento de construir las bases para restaurar, recuperar y reclamar toda nuestra tierra, idiomas, culturas y seguir contribuyendo a este lugar que todos amamos”, enfatizó Castro.

Los redactores de planta de The Times Thomas Curwen y Sean Greene contribuyeron con este artículo.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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